El drenaje linfático, es una técnica manual con movimientos suaves y repetitivos para ayudar a la circulación de la linfa, por lo que ayuda en circunstancias de edema, inflamaciones (físicas o postquirúrgicas) y a reforzar el sistema inmunológico.
Nuestro sistema linfático es un sistema de conductos que actúa de forma paralela e inversa a nuestro sistema circulatorio, transportando linfa, que es un líquido blanquecino que se encarga de llevar desechos a la sangre para que el organismo pueda deshacerse de ellos. Cuando nuestro sistema linfático falla o no es capaz de transportar los desechos, es cuando aparecen los edemas o retención de líquidos.
Duración:
30 o 60 minutos.
Tratamiento:
Los beneficios del drenaje lifático son:
- Edemas.
- Varices.
- Fibromialgia.
- Celulitis.
- Piernas cansadas e hinchadas.
- Hipertensión.
- Inflamación post quirúrgica.
- Hipotiroidismo.
- Migrañas, dolor de cabeza, vértigo.
Contraindicaciones:
A pesar de ser un tratamiento no invasivo y muy seguro, es mejor evitarlo si presentas al menos una de las siguientes situaciones:
- Infecciones agudas.
- Inflamaciones agudas.
- Edemas por insuficiencia cardíaca.
- Flebitis o tromboflebitis.
- Hipertiroidismo.
- Neoplasia.
- Asma.
- Hipotensión.